Dr. Giuseppe
Lo Brutto
2021- 2025
Iniciaré estas líneas diciendo que en realidad tengo poco tiempo de tratar al Dr. Giuseppe Lo Brutto. Si bien lo había identificado en algunos convivios del instituto, en los cuales intercambiamos algunas conversaciones breves, fue hasta marzo del 2020 que empecé a interactuar con él de una manera más cercana.
Nuestros primeros diálogos de análisis político se dieron en medio de la indignación profunda que nos provocó a todas y a todos los universitarios, y a la sociedad en su conjunto, el asesinato de la y los estudiantes de medicina de distintas instituciones en nuestro estado, misma que desembocó en la conocida Asamblea Estudiantil 25/02.
Sin embargo, fueron los Foros de Retos de la Educación Superior Pública en México los que nos pusieron, podría decirse, en una sintonía más personal e interdisciplinar, así como de análisis sobre la vida presente y futura del ICSYH. Bajo este valioso espacio de reflexión colectiva, varias y varios colegas, además de estudiantes y trabajadores no académicos, entretejimos no únicamente propuestas que derivaron en la elaboración de una agenda de trabajo, sino lo más valioso: construimos comunidad.
Derivado de ello, meses después, convencidas y convencidos de las virtudes y fortalezas del Dr. Lo Brutto, acentuadas en su liderazgo, fueron varios los compañeros que consideramos su perfil idóneo para ocupar la dirección del instituto. No me detendré a replicar su vasto CVU, el cual se encuentra documentado en páginas electrónicas y en su propio blog, solamente traeré para este ejercicio algunas líneas, que aclaro, son la recopilación de la autoría de colegas del instituto y que sirvieron como aval durante su campaña en el verano del 2021:
“El Dr. Giuseppe Lo Brutto, es un referente en los estudios sobre cooperación y desarrollo en los debates actuales nacionales e internacionales. En su campo de estudio como joven investigador, ha coordinado proyectos nacionales e internacionales. Así mismo, su capacidad de liderazgo dentro de la institución muestra su alto compromiso con las tareas de planeación, gestión, evaluación y ejecución de políticas de investigación y docencia”.
Todo ello, le llevó finalmente a ser electo director del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” para el periodo 2021-2025.
Hoy, después de haberlo tratado de manera más cercana, puedo decir que no me ha tomado mayor tiempo conocer también a la persona que encierra Giuseppe, al padre de familia, al hombre al que le indignan los ejercicios de violencia patriarcal, las injusticias y las discriminaciones en cualquiera de sus formas. Pero también he conocido al ser humano que gusta de la música, de tocar el trombón, de jugar futbol, de darle seguimiento a su selección italiana y a su equipo de la infancia, el Milán, acompañando cada juego, desde luego, con una exquisita pizza.
En fin, hablar y tratar personalmente a Giuseppe, no toma más tiempo de lo que puede durar un partido de futbol para quedarse con su amistad sincera e inquebrantable y comprometerse con él para encarar nuevos desafíos políticos, laborales y de gestión colegiada.
Elizabeth Martínez Buenabad
Dr. Francisco Manuel
Vélez Pliego
2013 - 2021
Evocando la historia de Francisco Vélez Pliego a lo largo de estos casi cuarenta años que tengo de conocerlo y por lo que le he escuchado contar acerca de su propia vida, puedo concluir que su propia vida expresa la historia de nuestra entidad, la historia de nuestra ciudad y la historia de nuestra universidad desde la segunda mitad del siglo XX. La impronta de la ciudad de Puebla se expresa en su inclinación académica y profesional por el urbanismo. La de la Benemérita Universidad de Puebla, en el hecho de que su vida ha estado vinculada a nuestra casa de estudios en los últimos cincuenta y un años.
Dr. Agustín Grajales Porras
2005- 2013
Escribir estas líneas del doctor Agustín Guillermo Grajales Porras es escribir sobre un destacado y apreciado miembro del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”. Personalmente le conozco de poco más de una década atrás, cuando en los albores del 2008 nos presentó su colega y amiga la doctora Leticia Gamboa; sin conocerlo a más, el doctor Agustín (como siempre me he dirigido a él), mostró gran disposición para dar luz verde a los proyectos que en ese momento le fueron planteados, entre los que se encontraba la realización de mi estancia posdoctoral en el posgrado de historia.
Mtro. Roberto Miguel
Vélez Pliego
1997 - 2005
La vida universitaria es una suma de esfuerzos colectivos, no obstante, el buen rumbo que ésta tome será el que le ofrezca aquel pensador honesto, visionario, comprometido con su comunidad, un formador de conciencias, un personaje dispuesto a sumar, a defender con rigor los derechos y garantías de los estudiantes, docentes, administrativos y personal de apoyo. Sería impensable cumplir con la misión formadora de la deseada universidad humanista, científica y crítica, sin un proyecto, sin un guía. Y el maestro Roberto ha mostrado ese camino con discreción y sabiduría, con apego irrestricto a las garantías individuales y a las normas institucionales. Por ello ha recibido el apoyo de todos.
Este sería el comienzo de una serie de actividades profesionales que, desde mi experiencia personal, siempre fueron respaldadas y avaladas por el doctor Agustín Grajales, a quién ahora tengo la oportunidad de manifestarle todo mi agradecimiento y mi reconocimiento. Sin demeritar lo dicho, pronto pude constatar que la afabilidad, la apertura, el apoyo no condicionado y la sencillez en el trato cotidiano del doctor Agustín, no se reducían a simple cortesía o amabilidad, sino que se trataba del sello distintivo que imprimió a toda su administración: una directiva con sentido humanista e imparcial, que al mismo tiempo se mantuvo firme en sus decisiones y en sus convicciones. El apoyo, que desde luego que me brindó se ha extendido a varios compañeros de recién ingreso y en general a todos los miembros del Instituto. Durante su primera gestión como director de nuestra institución (marzo de 2005 a marzo de 2009), se reafirmaron y enaltecieron los valores fundacionales que nos han caracterizado como una academia prestigiosa y reconocida, con dedicación e independencia intelectual, cuyo ambiente laboral de cordialidad (propiciado desde su directiva), facilitó el flujo de las actividades que en lo individual y en lo colectivo se realizan en nuestro Instituto. El carácter siempre afable y asertivo del doctor Agustín, aunado a la eficiencia administrativa de su gestión, le valió un consenso (podríamos decir generalizado) para continuar en el cargo de Director durante el período consecutivo (de marzo de 2009 a marzo de 2013).
Además de digno representante de nuestra unidad académica, el doctor Agustín Grajales goza del prestigio y reconocimiento de la comunidad académica nacional e internacional. Actualmente es Profesor Investigador de Tiempo Completo con perfil PRODEP deseable, es miembro del Padrón de Investigadores de nuestra Universidad e integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI-Nivel II). Entre sus numerosas publicaciones podemos citar: “La población de la ciudad de Puebla durante la intervención francesa y el Segundo Imperio” en La Vida en Puebla durante el Segundo Imperio Mexicano. Nuevas Miradas, (2017) Lilián Illades, Coord.) y “Structure et comportement démographique différentiel d’une population citadine du Mexique colonial. La paroisse d’Analco, à Puebla de los Ángeles, 1792”, En Annales de Démographie Historique, núm. 1 (2010).
El doctor Grajales también ha desempeñado diversos cargos dentro y fuera de nuestra Universidad. Ha sido Coordinador del grupo de trabajo de Demografía Histórica de la Sociedad Mexicana de Demografía, A. C. (1992-2001); ha sido miembro del Registro Conacyt de Evaluadores Acreditados, Área 5, y de la Comisión de Evaluación del Fondo Mixto de Investigación Científica y Tecnológica Conacyt-Gobierno Municipal de Puebla (2007-2010). Entre sus distinciones se encuentra el Reconocimiento Institucional de la BUAP por sus 25 y 30 años de antigüedad; asimismo ha sido reconocido por el H. Ayuntamiento de Puebla como Miembro del Aula Angelopolitana (2002-2005); Cédula Real de Fundación por actividades en pro de la Cultura (1995); Presea Colectiva "Mariano Echeverría y Veytia" (1990); "Ciudadano Distinguido" (1990) y "Visitante Distinguido" por el H. Ayuntamiento de Veracruz (1992). Durante el periodo de 1992 a 1994 se desempeñó como Coordinador del Área de Historia del ICSyH-BUAP, pero más allá de sus logros profesionales, quiero destacar que su calidad como persona son, sin duda, lo que más se aprecia entre sus amigos, compañeros y alumnos.
Ariadna García García
Proveniente de una familia encabezada por Don Alfonso Vélez López, quien fuera prominente figura desde la época avilacamachista y Secretario General de Gobierno durante el gobierno de Fausto M. Ortega (1957-1963), Paco habría de ser impactado desde muy joven por la zaga de las luchas estudiantiles por la reforma universitaria que comenzaron en 1961 y por las luchas sociales que durante la década de los sesenta se observaron en Puebla. Al igual que su hermano Alfonso y muchos jóvenes de esa generación, los vientos de la revolución cubana y las luchas en América Latina y en el mundo, impactaron su conciencia y lo hicieron cambiar un rumbo que podría haber sido otro, dado sus orígenes familiares.
La historia de vida de Paco entonces ha sido marcada por la propia historia del movimiento de reforma universitaria en la UAP. Debido a las luchas entre los partidarios y opositores a dicho movimiento, la Escuela de Arquitectura, al igual que otras unidades académicas, se vieron obligadas a contratar como maestros a jóvenes recién egresados o por egresar, para suplir a los profesores conservadores vinculados al Frente Universitario Anticomunista (FUA). Esto sucedió cuando estos profesores se fueron de nuestra universidad para fundar la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla. La vida académica de Paco comenzó en ese momento, primero en 1973 como Asesor Administrativo de la referida Escuela de Arquitectura, y luego en 1975 como profesor hora-clase de una materia llamada “Problemas Teóricos Generales”. Era aquel momento en que nuestra universidad se enfrentaba al oscurantismo de matriz clerical y al autoritarismo del priato que estaba en ese momento en su máximo esplendor.
Desde entonces y hasta este momento, Francisco Vélez Pliego ha dedicado su vida a nuestra universidad ocupando diversos cargos. En un primer momento en su Facultad de origen, la Facultad de Arquitectura. Luego como coordinador fundador del Programa de Estudios Municipales, en la formulación del proyecto de creación del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, en la fundación de dicho Instituto, como profesor investigador en dicha instancia académica y finalmente entre 2013 y 2021 como su Director. Ha sido también Consejero Universitario en tres períodos. Su vocación de urbanista se ve reflejada en su vinculación con el Ayuntamiento de la Ciudad de Puebla como Regidor y como asesor en diversas iniciativas municipales.
En los albores de la tercera década del siglo XXI, Francisco Vélez Pliego ha encabezado un nuevo impulso para reivindicar la autonomía tal como se debe reivindicar ahora. Ha sido el principal organizador de la iniciativa académica que se ha plasmado en 2020 en diversos eventos articulados bajo el tema de Los Retos de la Educación Pública Superior en México en una época de cambios. Y en este año de 2021, en la constitución de una nueva agenda universitaria, construida colectivamente a lo largo de los eventos que han constituido al foro Los Retos de una Nueva Agenda Universitaria. Los académicos que lo hemos acompañado en dicha empresa consideramos que conclusiones y documentos emanados de dichos eventos, actualizan el espíritu que siempre animó a Alfonso Vélez Pliego: la búsqueda de una universidad de alto nivel académico y al mismo tiempo una casa de estudios que con vocación de vinculación social, afronte los desafíos que nos ha deparado la época actual.
Carlos Figueroa Ibarra
Roberto Vélez Pliego, director de 1997 a 2005, es un referente significativo en nuestro devenir universitario, y de manera muy especial en el desarrollo pujante del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, en calidad de cofundador y coautor del proyecto de creación con Alfonso, y un buen número de amigos universitarios. Al referirnos a Roberto, evocamos una vida plena en el ámbito académico y profesional, una vida en defensa de la autonomía, la democracia, la gratuidad de la enseñanza, la libertad de cátedra, la profesionalización de los universitarios, la creación de nuevas instituciones, la difusión del conocimiento y el resguardo del patrimonio histórico. Roberto apoyó específicamente a todos los integrantes del instituto para continuar estudios de posgrado, asimismo contribuyó de manera significativa en la adquisición ilimitada de libros y revistas, como ejemplos, adquirió 25 000 volúmenes de la Biblioteca del maestro Enrique Aguirre, tramitó la donación de varios miles de ejemplares de la University of Michigan, de Ann Arbor, así como de la Universidad holandesa de Leiden, a través del gran amigo de todos, Raymond Buve.
La valía ética y humana de Roberto ha sido consecuente con su conducción política, lo cual redituó al Instituto un trato de privilegio y respeto por parte de las autoridades universitarias durante los ocho años de su gestión. Por supuesto fue una Dirección con amplia capacidad de negociación no solamente por la fortaleza personal de Roberto, su cultura, educación, profesionalismo, sino también por el apoyo amplio, firme y auténtico de una base gremial que reconocía en él la actitud siempre solidaria, caballerosa, propositiva y serena, atributos reconocidos por colegas, tanto amigos como opositores a su pensamiento libre y democrático.
Al recordar las gestiones de Roberto en los años 80 como coordinador del Seminario de Estructura Agraria y Movimientos Sociales del ICUAP, así como del Centro de Investigaciones Históricas y Sociales del mismo Instituto de Ciencias, de 1983 a 1986, en los 90 como coordinador del Posgrado de Historia del ICSyH, de 1994 a 2008, y Director de nuestro Instituto en dos ocasiones consecutivas, visualizamos al amigo responsable y nos reconocemos a través de su impronta en la memoria histórica de las luchas estudiantiles, magisteriales y políticas. Él ingresa en el año 1966 a la Universidad.
Hoy, al cumplir Treinta Años el Instituto, recordamos y reconocemos el transitar comprometido del maestro Roberto Miguel Vélez Pliego como alumno de la Escuela de Economía, maestro de diversas preparatorias, facultades y posgrados, nos congratulamos del colega combativo como consejero en diversas instancias de gobierno universitarias, del fundador y miembro de la primera comisión mixta de gobierno de la preparatoria Popular Emiliano Zapata, del maestro graduado por el Centro de Estudios Económicos del Colmex en 1975, del Master of Arts del Departamento de Historia de la Universidad de Chicago, en donde realizó su Preliminary Oral Examination con calificación “Excellent Pass” en el Ph.D en el mismo Departamento de Historia en Chicago.
Estudió además en otras instituciones locales y nacionales cursos especializados que consideró necesarios para su profesionalización. Fue auxiliar de investigación en la Fundación Alemana para la Investigación Científica en el Proyecto sobre Aspiraciones Educativas en la Región Puebla Tlaxcala. Asimismo, participó en decenas de eventos, congresos y coloquios nacionales e internacionales, publicó y presentó libros y artículos, visitó y microfilmó los archivos de múltiples haciendas que corrían el riesgo de perderse y estos materiales tan significativos se conservan para continuar con su análisis.
Al maestro Roberto Miguel Vélez Pliego se le encargó el diseño del proceso de evaluación para la homologación de todo el personal académico de la universidad a principios de los años 90. Ya como director, apostó por las continuas promociones de los trabajadores, además de la consecución de nuevas plazas. Nunca permitió que las definitividades traspasaran los cinco años de los integrantes del Instituto, nunca aceptó que un trabajador laborara horas extras sin una retribución económica, nunca pudo decirse de él que había cometido una falta de respeto, de discreción o de abandono de una causa justa. En resumen, apoyó siempre la superación académica y condiciones laborales de sus agremiados.
El ejemplo de Roberto Vélez Pliego ha fructificado en un sinnúmero de personas que lo han admirado por su honestidad a prueba cabal, su sabiduría y su cultura profundamente democrática. Participó de esta manera tanto dentro como fuera de la universidad, siendo Consejero Electoral Federal en 1997, 2000 y 2003, y Consejero Electoral Estatal en 1995, 1998, 2001 y 2004. Nuestro reconocimiento y felicitaciones a Roberto por una vida institucional, profesional, personal y familiar ejemplar, siempre unido a su Amor, Lupita.
Gracias siempre Roberto por el trato cálido, respetuoso y solidario a los universitarios, y de manera especial gracias de parte de los que hemos transitado por el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades Alfonso Vélez Pliego de nuestra Benemérita Universidad.
María Teresa Clara Grajales Porras